El futuro es para los trabajadores autónomos
Ante los múltiples despidos que se producen casi a diario en empresas de todo el país, son muchos los que optan por continuar trabajando por libre, en forma de trabajadores autonómos (incluso algunos de ellos prestando servicios para las empresas en las que estaban previamente contratados, pero eso es materia para otro artículo diferente).
Lo cierto es que la situación actual de la financiación freelance no es precisamente como para tirar cohetes, aunque la percepción que empieza a instalarse en el imaginario colectivo, después de 6 años de crisis oficial, es que se ha tocado suelo y antes o después tiene que comenzar el crecimiento de la llamada “economía real”. No obstante, la realidad a día de hoy para la mayoría de trabajadores autónomos es que resulta muy complicado cuadrar las cuentas a final de mes, el trabajo, en muchos casos los proyectos son discontinuos y los clientes demoran los pagos, lo que les aboca a una extrema fragilidad financiera por la falta de respaldo por parte de las instituciones de crédito, lo cual los convierte en muy vulnerables ante cualquier vaivén, como pueden ser los casos de impagos continuados por falta de liquidez de uno o varios clientes.
A pesar de las medidas anunciadas y aprobadas por el Gobierno, el crédito no acaba de fluir entre los autónomos. Es por ello que para “seguir tirando” muchos recurren a fuentes de financiación informales, como su círculo familiar o de amistades, con la ventaja de que estos préstamos no están sujetos a interés y los plazos de vencimiento no son formales. Un truco para no arriesgarse a estropear una relación en caso de que haya problemas para devolver un préstamo personal de gran cuantía, es dividir esa cantidad en pequeñas porciones y conseguir repartir esa cantidad entre varias personas. Así, el riesgo que asume cada una es menor.
Pese a esta fragilidad, la tendencia es que la figura del autónomo siga consolidándose en los próximos años, sobre todo cuando se vayan asentando las medidas legales que prometen mejorar su situación actual. Aunque los costes mensuales sigan siendo altos para los autónomos, las empresas cada vez tienden más a recurrir a servicios profesionales puntuales en lugar de contratar a personal en plantilla, por los ahorros de costes que ello les supone. De ese modo, en el escenario laboral que se dibuja de aquí a unos años los freelance van a tener mucho que decir en España.
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